Colchones Viscoelásticos: El descanso que se adapta a ti

Para conseguir un sueño óptimo y reparador, es fundamental contar con un buen colchón que se adapte a nuestras necesidades a la hora de dormir. Los colchones viscoelásticos constituyen una gran opción para obtener ese deseado descanso debido a sus principales cualidades: Adaptabilidad y control de la temperatura. Por eso, los colchones viscoelásticos se han convertido en una de las elecciones favoritas de aquellos que buscan un nuevo colchón.

¿Qué son los colchones viscoelásticos?

Los colchones viscoelásticos  son llamados así porque están elaborados con espuma viscoelástica o memory foam. Un material que como su nombre indica, combina viscosidad y elasticidad. Estas propiedades hacen de la viscoelástica el material ideal para conseguir el colchón que mejor se adapta a nuestro cuerpo y a nuestra manera de dormir.

Este componente fue desarrollado por la NASA en la década de los sesenta. El propósito de su creación fue aliviar la presión que sentían los astronautas en el momento del despegue de las naves espaciales. No fue hasta los años noventa en los que su uso se implantó de manera regular en diversas industrias cómo la textil, o la del automóvil. Y por supuesto, en la fabricación de colchones.

Estos colchones, son capaces de amoldarse a nuestro cuerpo facilitando nuestro descanso, pero cuentan con la cualidad de recuperar su forma original. Así se evita que el colchón se deforme y se reducen los puntos de presión, a la vez que mantiene una estabilidad y solidez óptimas para nuestro reposo.

Además, los colchones viscoelásticos son sensibles a la temperatura. El calor los vuelve más esponjosos, y el frío aumenta su rigidez. El calor que nuestro cuerpo transmite al colchón es lo que hace posible que adquiera nuestra forma. De esta forma, aumenta la sensación de bienestar y se facilita la circulación sanguínea.

Normalmente, los colchones viscoelásticos utilizan la espuma viscoelástica  en una sola de sus caras, que es sobre la que se recomienda dormir, aunque existen modelos con el tapizado por las dos caras.

 Composición de un colchón viscoelástico

Un colchón viscoelástico está compuesto en la mayoría de los caso por estos cuatro elementos:

• La funda: Puede ser fija o desmontable. De la calidad de la funda dependerá que la transpiración del colchón sea la adecuada.
• El acolchado: Recubre el núcleo del colchón, y suele tener entre 1 y 10 centímetros de viscoelástica.
• El núcleo: Es la parte principal y responsable de que el colchón se amolde a nuestro cuerpo. Su densidad varía en función de la gama a la que pertenezca el colchón.
• El soporte: Es la parte sobre la que se asienta el núcleo. Está compuesto por una espuma denominada HR o High Resilience y es el responsable de la consistencia del colchón.

Tipos de colchones viscoelásticos

Existen dos tipos de colchones viscoelásticos clasificados en función del método empleado en su fabricación:

• Espumado o de célula abierta: En este proceso el material viscoelástico es mezclado con un producto químico que hace que se expanda. Posteriormente se corta al tamaño deseado. Este método favorece la transpiración del colchón.
• Modelado: El colchón se fabrica en un molde cerrado. Los colchones elaborados con este método favorecen la sensación  de flotabilidad  propia de los colchones viscoelásticos.

La densidad en los colchones viscoelásticos

En función de la cantidad de material viscoelástico que contenga un colchón, podremos determinar su densidad:

• Densidad baja: Es la que tienen aquellos colchones con una cantidad de material viscoelástico que varía entre 18 y 20 Kg/m³.
• Densidad media: Se considera que tienen densidad media los colchones que contienen entre 30 y 40 Kg/m³.
• Densidad alta: Si el colchón tienen una cantidad de material viscoelático superior a 50 Kg/m³.

La densidad de un colchón no determina su calidad,  simplemente nos da el grado de viscoelasticidad del mismo. El colchón más adecuado para cada persona dependerá de su cuerpo y de sus hábitos a la hora de dormir.

Protege tu colchón viscoelástico

Aunque los colchones viscoelásticos destacan por su durabilidad, no está de más tener en cuenta unos consejos básicos de mantenimiento para que podamos disfrutar de nuestro colchón durante el mayor tiempo posible.

• Mantén tu habitación en unas condiciones adecuadas de temperatura y humedad.
• No dobles nunca tu colchón viscoelástico. Si tienes la necesidad de transportarlo, utiliza una funda.
• Procura que tu colchón no este próximo a una fuente de calor como radiadores, estufas, mantas eléctricas…
• Protege tu colchón con una funda elástica y transpirable.
• Para limpiar nuestro colchón, sacude con fuerza las dos caras del mismo. Si necesitas quitar una mancha, puedes usar un jabón neutro con agua templada. Asegúrate que está totalmente seco antes de volver a colocar la funda.
• Es aconsejable girar el colchón 180 grados cada tres meses para conserve sus propiedades de firmeza y adaptabilidad.
• Procura dormir siempre sobre la cara viscoelástica del colchón.

Como ves, existen muchos motivos por los que apostar por un colchón viscoelástico,  y que éste se convierta en nuestro mejor amigo para combatir el insomnio: Se adaptan a nuestro cuerpo, son higiénicos y transpirables, no se deforman, tienen una alta durabilidad y nos ayudan a regular nuestra temperatura durante el sueño. Así que si estás pensando en renovar tu colchón, no dejes de tener en cuenta a los colchones viscoelásticos como una de las opciones más acertadas para garantizar un descanso apropiado.

Ahora que conoces un poco más sobre los colchones viscoelásticos, descubre la amplia gama que Bedland pone a tu disposición y encuentra el colchón que mejor se adapta a tu forma de dormir para conseguir el descanso ideal.